Artrosis canina

Brotes de dolor por artrosis en perros: cómo controlarlos

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Al igual que las personas, los perros con artrosis pueden tener días buenos y malos. Con cualquier enfermedad crónica, puede haber días en los que tenga un brote de dolor (una reaparición repentina de los signos) y haga falta controlarlo para que se sienta lo mejor posible.

¿Cómo se detecta un brote de dolor por artrosis?

Como los perros no pueden comunicarse con nosotros con palabras y pueden ocultar los signos de dolor y malestar, es importante que seamos capaces de reconocer cuándo pueden estar teniendo un brote de dolor.

Estos son algunos signos de artrosis canina a los que deberías prestar atención:

  • Un cambio de comportamiento: ¿está más irritable de lo habitual o más silencioso en general? Esto puede indicar un aumento del malestar en las articulaciones.

  • Inflamación de las articulaciones afectadas: si las articulaciones se ven inflamadas o se notan calientes al tacto, esto suele ir acompañado de dolor y es posible que el perro reaccione al tocarle la zona. Estos mismos signos pueden aparecer cuando hay infección en las articulaciones, por lo que siempre hay que acudir al veterinario.

  • Aumento de la cojera: los perros con artrosis suelen presentar ciertas alteraciones de movilidad, pero hay que estar siempre atentos a los cambios o al empeoramiento de los signos.

  • Está menos activo: que un perro habitualmente animado no quiera pasear, es un indicio claro de que hay algo que le causa malestar.

¿Qué puedo hacer?

Lo primero que te recomendamos si detectas signos de un brote de dolor por artrosis o cualquier otra señal preocupante es que acudas al veterinario. Él podrá aconsejarte y, si es necesario, examinará a tu peludo para recetarle una medicación adecuada.

Asegúrate de que tenga un lugar cómodo y accesible para descansar. Debe disponer de una buena cama; a todos los perros les gusta tener un lugar de descanso cómodo, pero, para los que tienen artrosis, es absolutamente necesario. Para comprobar si la cama es mullida, apoya la mano y presiona, como si el perro se estuviera tumbando. Así te harás a la idea de cómo responde al peso.

Si tu perro padece un brote de dolor por artrosis, haz que descanse durante unos días hasta que mejore. Por ejemplo, pasad el rato en un parque cercano sin hacer gran cosa, para que sea él quien elija el nivel de actividad. Cuando vuelvas a introducir el ejercicio, hazlo gradualmente hasta recuperar su nivel habitual. Así, te asegurarás de que puede con ello.

En resumen, los brotes de dolor por artrosis son bastante comunes, pero, al igual que con cualquier otra enfermedad crónica, lo ideal es minimizarlos lo máximo posible. Para ello, hay que prestar atención al ejercicio, no exigirle demasiado al perro y asegurarse de que reciba la medicación prescrita en la dosis correcta y las horas indicadas. Cuando aparezcan los brotes, los consejos que te ofrecemos en este artículo pueden ser útiles, pero recuerda que el veterinario debe ser siempre tu primera y principal referencia.

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