Problemas de la piel en perros

¿Qué puede hacer tu veterinario para aliviar los picores de tu perro?

Tiempo de lectura: 7 min.

El picor, también llamado prurito, es un problema común que puede afectar a cualquier perro en cualquier etapa de su vida, y puede ir desde episodios puntuales hasta afecciones más duraderas y graves.

No es agradable ver que el picor le causa a tu perro tal malestar que llega a provocarse heridas de tanto rascarse. Por ello, es muy importante ofrecerle una fuente de alivio.

El picor en los perros es algo normal y no tiene por qué ser necesariamente malo. Sin embargo, si se rascan de forma constante o regular, o si llegan a provocarse lesiones en la piel, es hora de intervenir.

Muchas veces solo nos damos cuenta a posteriori de lo mucho que se han estado rascando, así que no te sientas mal por acudir al veterinario ni pienses que te va a juzgar por ello. Todos sabemos que es algo que se produce de manera gradual y que es muy difícil reconocer los cambios sutiles en la forma de rascarse para aliviar un picor pasajero o como respuesta a algo más persistente y preocupante.


¿Por qué se rasca tanto mi perro?

El picor —y, como consecuencia, el rascado— puede deberse a varias razones distintas.

El picor en los perros se produce, básicamente, porque algo les irrita la piel (o al menos así lo perciben ellos).

Aunque la causa más común es la presencia de parásitos, como las pulgas, también puede deberse a infecciones bacterianas, alergias y otros problemas médicos. Las enfermedades como las infecciones cutáneas suelen ser consecuencia de otro problema, pero las alergias en la piel son también bastante comunes en los perros1. Si bien en los humanos las «alergias» suelen provocar secreción nasal y estornudos, entre los perros, el picor de la piel es el signo más común.

Dicho esto, en muchos casos, los perros sienten picor porque se han rascado y vuelven a rascarse porque les pica... y así sucesivamente, lo que se conoce como «ciclo de picor-rascado». Por eso es tan importante actuar rápidamente ante cualquier problema cutáneo, antes de que el ciclo se instale y se perpetúe. A veces, la causa original puede haber desaparecido y, sin embargo, debido a este ciclo de irritación, el picor y el rascado continúan.

Por este motivo, es probable que el veterinario tenga que ver a tu perro y tal vez hacerle algunas pruebas para averiguar cuál es el problema. El acto de rascarse es una reacción a muchos problemas, así que no siempre es fácil detectar a primera vista la causa subyacente.


¿Qué puede hacer el veterinario para ayudar a tu perro una vez identificada la causa del picor?

Lo primero, como es de esperar, es abordar la causa subyacente, ya que de ella dependerá el tratamiento. Sin embargo, si el picor es muy intenso o está provocando daños en la piel, el veterinario podría recetar a tu perro algún medicamento contra el picor para aliviar esa sensación mientras sigue investigando o le aplica otros tratamientos. Esto calmará su irritación y romperá también el ciclo de picor-rascado. Y, por supuesto, mejorar el bienestar de tu mascota también contribuirá a reducir tu estrés. Aun así, conviene recordar que esto suele ser tan solo una forma de ganar tiempo para averiguar y tratar la causa subyacente.

Pulgas y parásitos

Es un hecho que podemos encontrar pulgas en casi todas partes, especialmente en los meses de verano, e incluso en invierno si tienes un hogar agradable, cálido y acogedor.

Cuando salgáis de paseo o tu perro se meta entre la maleza o juegue con otros animales, debes tener en cuenta que se expone al peligro de entrar en contacto con pulgas y otros parásitos molestos. Es muy fácil que salten a su pelaje y le piquen, y es precisamente esta picadura lo que causa el picor, sobre todo si tu perro es alérgico, como podemos serlo nosotros.

Para aliviar los picores de los perros, en primer lugar es importante atacar la causa y, para ello, tu veterinario puede recetarte un tratamiento eficaz para eliminar parásitos, como las pulgas, entre otros. También puede recomendarte algún espray ambiental que acabe con los huevos y larvas de pulgas en casa, ya que suelen ser la causa de algunos de los problemas recurrentes en perros que ya han recibido tratamiento.

Infecciones bacterianas y por hongos

Las infecciones bacterianas y por hongos también son una causa común de picores2, en particular, en perros que padecen alergias. Tu veterinario puede practicar algunas pruebas sencillas para confirmar si hay infección o no. En casos graves, quizá pueda determinarlo a simple vista, pero, recuerda, no tiene por qué ser indicador de que hayas hecho algo mal, ya que estas infecciones pueden producirse de manera muy rápida. Una vez identificado el problema, podrá recetarte un tratamiento o champú que elimine los hongos y las bacterias y alivie el picor.

Alergias alimentarias o ambientales

Si el origen del picor de tu perro es una alergia, el problema puede ser más complicado de tratar. Las alergias cutáneas son bastante comunes en perros y, aunque algunas razas son más propensas que otras, pueden afectar a cualquier perro. Estos pueden desarrollar una alergia a factores ambientales –como pólenes o ácaros del polvo— e incluso a la comida (aunque esto es menos frecuente). La sustancia específica a la que son alérgicos se suele denominar «alérgeno».

Lamentablemente, igual que nos pasa a nosotros, las alergias en perros tienden a ser para toda la vida, lo que significa que hay que trabajar en estrecha colaboración con el equipo veterinario para que tu perro siga disfrutando de una vida feliz y sana.

Por desgracia, no existe una «solución mágica» para curar o tratar las alergias, aunque, afortunadamente, la mayoría de ellas sí pueden controlarse; es tan solo cuestión de descubrir qué combinación de tratamientos le va mejor a tu perro.

Diagnosticar alergias en perros es un proceso que suele requerir tiempo y compromiso.

Sin embargo, encontrar el desencadenante exacto, de ser posible, resulta muy útil, ya que de este modo podemos plantearnos evitarlo (por ejemplo, utilizar algún alimento que no incluya la proteína que causa la alergia). Si esto no es posible (por ejemplo, con muchas alergias causadas por el polen), en algunos casos puede emplearse inmunoterapia para ayudar a «reentrenar» el sistema inmunitario de modo que no reaccione de forma exagerada, que es lo que ocurre con las alergias.

Al mismo tiempo, se puede utilizar un tratamiento para controlar el picor y reducir esa respuesta inmune innecesaria. También podemos tratar de reforzar y fortalecer la función de barrera de la piel, a fin de que dificulte la entrada de los alérgenos que desencadenan la respuesta. Existe una amplia gama de inyecciones, pastillas y productos hipoalergénicos para perros como cremas y champús que se pueden utilizar, solos o en combinación, para ayudar a controlar esa respuesta y a que tu peludo se sienta bien.

Como cualquier tutor que quiere a su perro, a la hora de tratar sus picores, la prioridad es encontrar un modo de ofrecerle alivio. Pero, para lograr un efecto duradero, es imprescindible trabajar codo con codo con el veterinario con el fin de hallar la causa y el mejor modo de calmarlos. Si observas que tu perro padece de picores, pide ayuda a tu veterinario.

¿No tienes claro si tu perro sufre un problema cutáneo? No te preocupes, es algo habitual: ¡cuesta mucho tener la certeza! Por eso, hemos creado un test para evaluar el estado cutáneo para ayudarte: ¡échale un vistazo!

Referencias
  1. Gedon, N.K.Y., Mueller, R.S. Atopic dermatitis in cats and dogs: a difficult disease for animals and owners. Clin Transl Allergy 8, 41 (2018). https://doi.org/10.1186/s13601-018-0228-5
  2. Summers, J.F., Hendricks, A. & Brodbelt, D.C. Prescribing practices of primary-care veterinary practitioners in dogs diagnosed with bacterial pyoderma. BMC Vet Res 10, 240 (2014). https://doi.org/10.1186/s12917-014-0240-5
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