Regulatory constraints and medical practices vary from location to location. Consequently, the information provided on the site in which you enter may not be suitable for use at your location.
Qué esperar de la visita al veterinario con tu gato
Tiempo de lectura: 7 min.
A menudo, los veterinarios recomiendan una revisión anual, o más frecuente si el gato es de edad avanzada o padece de alguna enfermedad crónica.
A los tutores de los gatos les puede resultar difícil saber qué va a ocurrir en esos controles, qué examinará el veterinario y de qué forma eso será beneficioso para tu compañero felino. Para calmar tus inquietudes, accede a esta guía para entender todo lo que podría pasar en la revisión veterinaria de tu gato.
¿Qué es una revisión veterinaria y por qué es tan importante para tu gato?
Un control de salud o una revisión veterinaria es un examen médico de rutina para gatos a los que se presupone un buen estado de salud.
Los veterinarios suelen recomendar estas visitas con distintas frecuencias, en función de la edad de tu gato y otros factores:
A los gatitos se les suele hacer una revisión cada dos meses, ya que, como crecen rápido, sus necesidades también cambian rápido.
Los controles veterinarios anuales suelen ser suficientes para asegurarse de que los gatos adultos se mantengan en buena forma y en un buen estado de salud.
A los gatos en edad avanzada les viene bien que los revisen dos veces al año, puesto que son más propensos a ciertas enfermedades que pueden diagnosticarse precozmente si se lleva un control riguroso.
Estas revisiones se centran en mantener la salud de tu gato y prevenir el desarrollo de problemas de salud o de conducta.
Resultan útiles para detectar indicios tempranos de algún tipo de problema y para comentar con el veterinario temas de rutina como el control de peso, el cuidado dental y cualquier otra inquietud que puedas tener.
¿Cómo llevar al gato al veterinario?
Aunque algunos gatos están acostumbrados a las aventuras en familia y les encanta meterse en el transportín y acompañarte allí adonde vayas, a otros no les gusta tanto que los saquen de su zona de confort.
Esto puede resultar complicado, sobre todo si tu gato es de los que se esconden en cuanto ven el transportín o se marean en el trayecto en coche hasta el veterinario.
Si estas cosas han pasado antes y prevés que pueden repetirse, te recomendamos que leas en nuestro blog Cómo llevar a tu gato al veterinario con seguridad y que hables con el veterinario antes de salir hacia la consulta para que te dé consejos adaptados a tu compañero felino. Es importante que trates de generar una experiencia sin estrés para tu gato (¡y para ti!) para que estas visitas al veterinario tan esenciales lleguen a resultarle agradables.
La revisión veterinaria de tu gato: una guía paso a paso
Ya habéis llegado al veterinario sin problemas y es la hora de la revisión.
El veterinario te llamará para que paséis a la consulta, donde normalmente habrá una mesa en la que podrás colocar al gato en su transportín. El personal de cualquier clínica veterinaria, pero sobre todo el de las clínicas amables con los gatos, tiene formación para tratar a tu minino con calma y delicadeza. Deberíais disponer de tiempo suficiente para que tu mascota se acomode a este nuevo entorno y se acostumbre a estar en la clínica. A tu gato también lo pesarán para ver si está creciendo adecuadamente o si mantiene un peso corporal saludable.
Historial
El veterinario empezará haciéndote preguntas sobre la salud de tu gato: su ingesta de comida y agua, sus hábitos de higiene, ejercicio y conducta. Comprobará si has apreciado algún posible signo temprano de algún problema de salud, como cambios en sus niveles de actividad, frecuencia respiratoria o sed. Puede que también te pregunte por otros signos más evidentes, como vómitos o diarrea. Si tienes algo en mente que te gustaría comentar, escribirlo y mantenerlo a la vista (por ejemplo, en la cartilla de vacunación del gato) resulta muy útil como recordatorio para ti y para el veterinario.
Examen físico
Llegado este momento, con suerte, tu gato se sentirá más cómodo en la consulta, estará más adaptado y se habrá aventurado a salir del transportín. Mientras conversabas con el veterinario, este habrá estado observando al gato para comprobar su estado de alerta, su condición física y lo cómodo que se siente moviéndose por el entorno. A continuación, el veterinario lo examinará de la cabeza a las patas para analizar indicadores de su salud y buscar signos de enfermedad.
En una revisión veterinaria, se examinará principalmente:
Piel y pelaje: se comprobará si hay pérdida de pelo, pelaje apelmazado, piel irritada, caspa, grasa y bultos.
Boca: se buscarán problemas en dientes o encías, úlceras o exceso de saliva.
Nariz y cara: se buscarán secreciones, respiración ruidosa o anormal, inflamaciones o bultos. Se palparán los nódulos linfáticos y la glándula tiroides.
Ojos: el veterinario comprobará que no haya rojez, secreciones, lagrimeo excesivo o problemas en los párpados.
Corazón y pulmones: auscultar el pecho con un estetoscopio es una parte importante de la revisión. Con ello, se comprueba si hay alteraciones en el ritmo y la frecuencia cardiaca, así como ruidos al respirar.
Abdomen: el veterinario palpará el abdomen de tu gato en busca de posibles bultos, dolor o cualquier tacto anormal de los órganos internos.
Articulaciones de las patas: según el historial del gato y su edad, es posible que el veterinario también evalúe las articulaciones para ver si parecen presentar dolor o alguna cosa fuera de lo normal.
A veces, el veterinario podría tomarle la temperatura al gato para ver si tiene fiebre o hay cambios en el metabolismo.
Pruebas adicionales
Según la edad de tu gato y los posibles problemas detectados durante la revisión veterinaria, tal vez te recomienden en la clínica hacer algunas pruebas más. Estas pueden incluir medición de la presión arterial, muestras de orina o heces y análisis de sangre. A medida que los gatos envejecen, tienen una mayor propensión a sufrir problemas de salud, por ejemplo, problemas hormonales como la diabetes o insuficiencia renal crónica, que tienen un mejor pronóstico si la detección es temprana. El veterinario te hablará de todo esto antes de hacer ninguna prueba y el personal de la clínica te ayudará a manejar al gato si lo necesitas.
Conversación
El veterinario te comentará los resultados de la revisión de tu gato durante la consulta. Si se han hecho más pruebas, como análisis de sangre o de orina, es posible que tengas que esperar los resultados. Si te parece que ya llevas un tiempo esperando y nadie te ha dicho nada aún, intenta mantener la calma. Puede que los análisis tarden y que el equipo esté ocupado con otros animales que se sientan mal; pero no se han olvidado de tu preocupación y te atenderán lo antes posible. Tu veterinario resumirá los resultados y te dirá si debes modificar algo en la rutina, la dieta o los cuidados de salud de tu gato. También te recomendará cuándo programar la próxima revisión veterinaria.
¿Tengo que llevar algo a la revisión veterinaria?
Puede ser útil que lleves una copia de la cartilla de vacunación de tu gato u otros informes de salud, sobre todo si lo han vacunado o tratado en otra clínica. Si hace falta una muestra de orina o heces, el veterinario te avisará con antelación. Si no eres tú quien principalmente cuida del gato, es esencial que conozcas sus rutinas básicas, su tipo de comida y cualquier clase de medicación que tome, así como si hay algún miembro de la familia que esté preocupado por su salud o su comportamiento.
Es muy recomendable llevar a tu gato a controles veterinarios regulares para que se mantenga sano y feliz. A los gatos se les da bien ocultar problemas de salud, por lo que hacerles una revisión puede ser una forma excelente de detectar signos precoces de enfermedad. También son el mejor momento para que comentes cualquier problema de rutina que pueda tener tu mascota en un entorno tranquilo y sin prisas. Si no tienes claro cuándo te toca llevar al gato al veterinario, pregunta hoy mismo en la clínica.
¿El dolor por artrosis afecta la calidad de vida de tu gato?
Hay muchos motivos para los cambios de comportamiento en los gatos, y es normal preocuparse si tu gato ha comenzado a actuar de manera diferente. Si parece menos juguetón o ha comenzado a tener dificultad con las escaleras o para saltar, podría deberse a dolor por artrosis.
A nadie le gusta ver cómo su gato va perdiendo vitalidad a medida que envejece, pero la mayor causa de preocupación es pensar que pueda estar sintiendo dolor. Por desgracia, las afecciones relacionadas con la edad, como la artrosis felina, son comunes en los gatos mayores, por lo que conocer los signos es vital para ayudarlos a disfrutar de la mejor calidad de vida posible.